Supo cambiar la Soledad el cielo gris del Domingo de Resurrección por la hermosa tarde celeste del 6 de abril, donde un Hinojos engalanado recibía de nuevo a su Reina, quitando así la espina que quedó clavada el pasado domingo, donde la lluvia impedía su tradicional salida vespertina.
Hermosa tarde-noche con sabor a Resurrección donde pudimos disfrutar de un variado repertorio de marchas clásicas en su mayoría, donde sonaron también otras de reciente composición.
El fin de semana lo completábamos en la localidad de Calañas. Una alegre diana con los primeros rayos de sol despertaban a los vecinos de Calañas en su día de fiesta grande.
Tras la misa, tuvimos ocasión de disfrutar junto a la Santísima Virgen de la Coronada, arropada durante toda la procesión por sus hijos calañeses/as. Gran mañana la que pasamos en el acogedor pueblo de Calañas.
Fue éste, por tanto, un fin de semana para el recuerdo.
Crónica de J. M. V
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